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viernes, 29 de junio de 2012
MATEMATICO PRONOSTICA TRIUNFO DE AMLO POR 7 PUNTOS SOBRE PEÑA NIETO.
Lucía Medina Suárez del Real
Encuestas van, encuestas vienen, y mientras tanto
el doctor en Matemáticas aplicadas por la Universidad de Minnesota Gerardo Mario
Ortigoza Capetillo, docente de la Universidad Veracruzana y nivel uno en el
Sistema Nacional de Investigadores pronostica el
triunfo de Andrés Manuel López Obrador con 37.96 por ciento, seguido de Enrique
Peña Nieto con 30.7 por ciento.
El doctor Ortigoza basa sus afirmaciones en el
método de autómata celular, que según él mismo explica, se utiliza también para
la predicción de propagación de enfermedades y de incendios forestales. Ortigoza
aplicó este método a la elección de diputados del Distrito 4 de Veracruz en
2009, donde tanto él como Mitofsky acertaron el resultado, pero la encuestadora
erró 8.4 por ciento mientras que Ortigoza lo hizo en sólo 0.29 por ciento.
Por su parte, la encuesta de Reforma ubica a
López Obrador como el candidato con menos puntos negativos, y a Peña Nieto como
el candidato por el que más gente responde que nunca votaría. Estos datos
permiten pensar que el voto del indeciso, influido por el dominante sentimiento
anti-Peña, será para López Obrador.
Es innegable que el partido con la estructura más
sólida, mayor disciplina y también con más recursos económicos es el PRI, que en
cada elemento de propaganda de diputados y senadores difunde también a Peña
Nieto.
López Obrador, en cambio, no puede atenerse a los
tres partidos que lo postulan, que ni siquiera respetaron a los candidatos que
él impulsó a senadores y diputados, entre ellos Porfirio Muñoz Ledo o Mario Di
Costanzo. AMLO tampoco puede confiar en varios de quienes se postulan por el
Movimiento Progresista al Congreso de la Unión; sabe bien que algunos de los que
lo acompañan en los mítines, se cruzan de brazos berrinchudamente el resto del
tiempo de campaña. Aunado a esto, López Obrador pasó cinco años fuera de las
pantallas de televisión en un país gobernado por la telecracia.
Con tal panorama,
¿Cómo es entonces que AMLO es un candidato competitivo? El doctor
Ortigoza da una pista: “los priístas realmente no están dispuestos a promover a
Peña Nieto por su propia iniciativa”, en cambio, los lopezobradoristas (que no
perredistas, petistas o ex convergentes) sí.
La diferencia ha estado en los
voluntarios, son ellos quienes mandan a hacer lonas y calcomanías por su cuenta,
divulgan vídeos, documentos y gráficos en las redes sociales, persuaden amigos y
familiares, regalan dvds con documentales como Fraude o de la Barbarie a la
esperanza, organizan cine callejero o casero, reparten volantes que diseñan
ellos mismos. Otros, como Víctor Hernández y su Blog de izquierda, desmienten
los ataques de PRI y PAN a horas de que se conozcan.
A estos
ciudadanos de a pie que invierten tiempo y dinero en una candidatura de alguien
que quizá ni conozcan, que no les prometió ningún puesto, ningún contrato, que
quizá ni sabe de su existencia, el sicólogo social Serge Moscovici les llamaría:
minoría activa. Minoría porque así
empezaron, como una minoría que desde el 2005 se opuso al desafuero que intentó
sacar de la contienda presidencial a López Obrador. Después vivieron la campaña
presidencial de 2006, la resistencia al fraude electoral, la defensa del
petróleo, la oposición a la reforma laboral y nuevamente la campaña presidencial
de 2012. Apoyaron también otras luchas: la liberación de los presos de Atenco,
el apoyo al Sindicato Mexicano de Electricistas, el combate a los transgénicos,
etc.
Moscovici plantea que para una minoría influya
tiene que dejar clara su existencia y su actuar; ese mensaje llevó López Obrador
en sus viajes municipio por municipio, era un “existimos, y seguimos vivos”.
Como sembrando en el desierto, desde hace años el
lopezobradorismo reparte el periódico Regeneración, publicación que en el nombre
homenajea el periódico de los hermanos Flores Magón para concientizar al pueblo
10 años antes de la revolución. Ambos grupos repartían el periódico sin saber, o
siquiera esperar resultados. Eso y otras actividades emprendidas desde 2006
están rindiendo frutos.
Hoy hay posibilidades de ganar la Presidencia de
la República y con ello de iniciar una transformación, que, seamos realistas, no
solucionará todo, pero sin duda hará una diferencia. Nadie espera un país
perfecto, pero sí uno donde ya no se acumulen 60 mil muertos pero una guerra
absurda, un país donde la clase gobernante gane la mitad de lo que hoy recibe.
Una patria donde ser anciano no signifique ser pobre, y donde ser joven no
signifique ser delincuente.
Los millones de voluntarios que están con López
Obrador, que lo promueven por iniciativa propia, saben bien que no pueden
confiarle su futuro a los partidos políticos, ya han prendido la mecha, ahora se
aprestan a defender el voto, están organizados, tienen experiencia, y cada vez
son más. Todos, AMLO incluido, harían bien en seguirles la pista, son informados
y organizados, estarán vigilantes sea quien sea el presidente, si apoyan ahora a
López Obrador no le dan un cheque en blanco, lo hacen en defensa propia.
@luciamedinas
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